Si Danny Boyle ya culminó en Trainspotting (1996) la condena audiovisual —hábil y arriesgada— de las drogas mediante la adaptación al cine de la novela homónima de Irvine Welsh, parece que le quedaron briznas de insurrección, porque está preparando la segunda parte que se estrenará en 2016, precisamente, en el 20 aniversario de Trainspotting, la película.
Irvine Welsh, cuya novela es mucho más explicita y cruenta, si cabe, que la película de Boyle, ya publicó en 2002 la obra que dará pie a la secuela, cuyo título, Boyle, muy inteligentemente, y cómo no, ha tomado también prestado para su película, Porno.
John Hodge, guionista que ha trabajado desde sus inicios con Boyle, está al mando de los trabajos de adaptación, y parece que esta se alejará en gran medida del texto del escritor. Enriquecedor es siempre cuestionar la manida traslación de la literatura al cine simplemente tratada del modo más conservador y basada únicamente en la fidelidad de cada coma como criterio válido para derrocar, en la mayoría de los casos, aquello que se observa. Veremos cómo se lo toma Welsh, y cómo lo toma Boyle. Al menos, el escritor ya confesó que en sus conversaciones con el director y el guionista el propósito era crear: «We want to do something that’s very fresh and contemporary”.
Seguro que todos los que hemos visto Trainspotting recordamos el arrollador y desbaratado elenco original, con un jovencísimo Ewan McGregor que deslumbró interpretando al pícaro Renton, papel que indudablemente le sumió en la cima de la fama; y a pesar de sus múltiples compromisos, McGregor ha aceptado participar en el proyecto de Porno. Los rumores comentan que el actor rompió su relación con el director a raíz de que no le escogiera para La playa (2000), y caminara en su lugar Leonardo DiCaprio… (Y hacerle creer a Ewan que el personaje sería suyo…). Ewan Bremner, Jonny Lee Miller, Robert Carlyle, Kevin McKidd y Kelly Macdonald ya están deseosos de que comience el rodaje.
Irvine Welsh sitúa la segunda parte de Trainspotting diez años después, y si antes estábamos en el lodazal de la heroína, ahora iremos —sí, el título es poco original— al de la pornografía. Danny Boyle y Hodge deben acertar en el tono y la ambigüedad como ya hicieron en la primera parte. Solo es una advertencia.
Muchos comentan que la novela de Welsh, Porno, no está a la altura de la que le lanzó a la fama, incluso esta hiriente sutileza se ha puesto en boca de Danny Boyle. También se oyó que McGregor condenaba esta futura película, calificándola de: “terrible shame”. Afortunada, o desafortunadamente, hubo una reconciliación entre Danny y Ewan, y Porno llegará al cine. Ya en 2009 —Porno, la novela, fue publicada en 2002— andaba rumiando Boyle esta película, y bromeaba acerca del aspecto de los actores, ya que necesitaba que envejecieran, o al menos, que contaran con algunos golpes, y ya no tuvieran más el aura de adolescentes con un golpe de suerte.
Danny Boyle, un director que muchos no han perdonado por traicionarse y relegarse al cine comercial después de sus polémicos, pero no vacíos, inicios… ¿estará con Porno a un paso de la redención o dinamitará la película de su carrera?
En marzo de este año verá la luz por fin esta secuela, así que sería muy recomendable la pronta familiarización con Renton y su caterva, donde abundan la imbécil inocencia, los falsarios ideólogos, y la total anulación de la vida. Vivir es elegir. Pero todo ello, con una banda sonora terriblemente vivificadora. ¡Suben las expectativas!
RELATO ENMARCADO 